Con su creciente uso en la educación, los chatbots o robots conversacionales se han revelado como herramientas útiles con un gran potencial didáctico, gracias a la utilización de tecnologías capaces de crear maestros personalizados.

La educación actual, tanto en nuestro país como en el resto del mundo, enfrenta grandes retos. Los profesionales de la educación buscan con gran ahínco y entereza reducir la gran desproporción que existe entre alumnos y maestros. Las proporciones de estudiantes por personal docente en México son grandes, de acuerdo con información de la OCDE. A nivel primaria la clase promedio es de 28 estudiantes, comparado con el promedio de la OCDE de 15 estudiantes por maestro. En el nivel secundario hay 30 estudiantes por maestro en comparación con el promedio de la OCDE de 13 estudiantes por maestro.

La situación actual en la educación no es muy diferente a la que existía hace 100 o 200 años con excepción de algunas disciplinas tecnológicas.

Los estudiantes se reúnen alrededor de un único maestro en un salón de clases, son evaluados con exámenes iguales para todos y su desempeño es medido contra una escala rígida. Esto contradice las actuales técnicas de enseñanza e incluso al sentido común.

Chatbots: maestros personales

Hasta hoy la enseñanza a todos niveles ha sido completamente uniforme. A todos y cada uno de los alumnos les tratamos de enseñar los mismos temas, en el mismo horario, en el mismo lugar, al mismo ritmo y en el mismo orden, sin tomar en cuenta las habilidades, capacidades, intereses, posibilidades y disponibilidad. Así empiezan los problemas: unos alumnos se atrasan, otros se aburren y otros más se frustran.

El sistema educativo trata de meter a todos los alumnos en un mismo perfil sin que en realidad así lo hayan diseñado los líderes de tan noble profesión. Se trata de un tema de financiamiento, pues los presupuestos asignados y las legislaciones que rigen en todo el mundo hacen imposible resolver este paradigma con los recursos actuales.


Al interactuar con un chatbot, el estudiante puede profundizar en los temas que más le interesan.

Los mejores resultados en enseñanza se obtienen cuando la educación es totalmente personalizada. El “ratio estudiante-maestro” idóneo es 1:1, en donde cada maestro está dedicado a cada alumno, pero eso suena irrealizable.

¿Qué pasaría si pudiéramos enseñarle a cada alumno los temas de acuerdo con su perfil específico, en el orden de su personal interés y avanzando a su ritmo?

Chatbots y tecnologías emergentes

Hoy la realidad empieza a superar a la más creativa ficción. Además
de los chatbots o bots conversacionales, entre las herramientas clave de esta nueva realidad se cuentan:

  • Inteligencia artificial o AI.
  • Procesamiento de lenguaje natural o NLP.
  • Comunicación máquina a máquina o M2M.
  • Internet de las Cosas o IoT
  • Soluciones de realidad aumentada y realidad virtual o VaAR (por la unión de sus siglas en inglés, ARy VR, respectivamente).

De hecho, todas estas tecnologías están siendo catapultadas por los chatbots, que logran un mayor acercamiento e interacción que un maestro de carne y hueso. Los niños y jóvenes de hoy ya están acostumbrados a hacer preguntas en los navegadores, a bots conversacionales como Siri, de Apple, o a otros asistentes personales en lenguaje natural.

Si comparamos esta funcionalidad con la realidad escolar, vemos una brecha enorme. En una clase normal, para empezar, no hay tiempo de responder a todas las preguntas, sin olvidar la crítica y el miedo al ridículo a la que es sujeto cualquiera que se anima a hacer una pregunta en el salón de clases. En contraposición, hoy ningún niño teme preguntarle a su teléfono o tableta y estos recursos están disponibles 24/7 y al alcance de las manos en cualquier parte para responder de manera inmediata al estudiante.

Currículum individual

Chatbots: herramientas útiles para la educación

Al interactuar con un chatbot como los descritos en este artículo, el estudiante puede profundizar en los temas que más le interesan sin una limitante de recursos, pues no tiene horarios. Su maestro virtual puede pasarse horas con el estudiante en cualquier momento e incluso puede despertar el interés de su pupilo con secuencias, acertijos, juegos y concursos, herramientas mucho más didácticas que las metodologías actuales.

Aun con la mejor disposición, un maestro no puede satisfacer la curiosidad de cada uno de sus alumnos, ya que tiene que enfocarse en un programa estricto y rígido para alcanzar los objetivos que le impusieron en el corto tiempo que dura el horario escolar.

Los recursos que el estudiante tiene a su disposición con un chatbot inteligente son inmensamente más poderosos que los que puede tener a su alcance sin una dirección adecuada.

Chatbots y ambientes virtuales

No es lo mismo ver una película, tratar de entender a Dmitri Mendeléyev y su hermosísima herramienta, la tabla periódica de los elementos, o recibir clases para entenderla, que usar un chatbot que integre soluciones de VaAR para aprender química.

Administración y dirección turbo cargadas

Al utilizar bots conversacionales inteligentes, todos los procesos se facilitan y simplifican. El equipo docente se dedica a labores creativas y de diseño, mientras que la plataforma del chatbot permite darle seguimiento continuo al proceso completo de educación de nuestros alumnos con tableros de control que muestran niveles de avance, indicadores de desempeño, umbrales, alarmas, etc.

Chatbots: conclusiones

Los chatbots y las herramientas que éstos utilizan permiten que la educación salga de la realidad actual para llevarla a niveles nunca imaginados.

Aunque muchas de estas herramientas están disponibles sin el uso de los chatbots, estos robots conversacionales permiten volver viable la educación a distancia y educación virtual, pues se hacen cargo del proceso educativo de forma individual. Además, hacen que el modelo de aprendizaje se asemeje más a la vida cotidiana de los estudiantes, lo cual facilita y acelera el aprendizaje.

El costo de estas herramientas es cada vez menor y su potencial crece en órdenes de magnitud cada año. Una institución puede iniciar con una solución muy sencilla, con un costo muy asequible y un proceso de desarrollo de menos de diez días y hacerla más sofisticada de acuerdo con sus avances.

La ficción ya nos alcanzó. Potenciemos la tecnología para desarrollar soluciones a los grandes retos de la educación en nuestro país.

Acerca del autor

Alejandro Lamothe es ingeniero industrial con 34 años de experiencia en telecomunicaciones y tecnología. Actualmente es director general de IQ, empresa dedicada al desarrollo de chatbots. Lamothe también es escritor de ciencia ficción con un libro publicado: “Tau 6 y la Invasión”.