Las nuevas tecnologías tienen un profundo impacto en las economías y las sociedades. Están cambiando la forma en que trabajamos, nos comunicamos y participamos en actividades sociales. También impulsan la innovación en la educación y en muchas esferas diferentes de la vida. La capacidad innovadora de la tecnología está muy condicionada por el nivel de competencias digitales de la población.

No es de extrañar que exista una correlación muy fuerte entre la educación y las habilidades y la adopción y el uso de las nuevas tecnologías en diversas esferas de la vida. El papel de la educación y las habilidades en la promoción de la innovación es fundamental.

La educación y la capacitación son a veces percibidas como sectores resistentes al cambio; al mismo tiempo, enfrentan una crisis de productividad y eficiencia. La innovación podría ayudar a mejorar la calidad de la educación y la capacitación. También a proporcionar más beneficios en tiempos de presiones presupuestarias y aumento de la demanda.

El problema al que se enfrentan es principalmente de productividad y eficiencia. Aquí, la eficiencia significa el equilibrio entre los recursos invertidos y los resultados en términos de rendimiento y equidad de las personas.

El imperativo de la innovación en la educación

El problema de la productividad y la eficiencia en la educación es aún más llamativo cuando se comparan con otros sectores de política pública. En sectores como el de la salud, la tecnología ha sido un importante impulsor del aumento de la productividad y la eficiencia con resultados mucho mejores, incluso si el costo también ha aumentado.

Innovación en la educación
Ilustración: iStock.

En las últimas décadas, la innovación en general se ha considerado cada vez más como un factor crucial para mantener la competitividad de las personas y los negocios en una economía globalizada. La innovación puede actuar como un mecanismo para mejorar la capacidad de cualquier organización para adaptarse a entornos cambiantes.

Las políticas en México y Latinoamérica para fomentar la innovación en la educación se han centrado tradicionalmente en aumentar la participación en disciplinas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).

Recientemente, sin embargo, ha surgido una visión más integral de la innovación en la educación. Ahora se reconoce la contribución de un conjunto más amplio de habilidades y disciplinas.

El futuro de los trabajos y la capacitación laboral

A medida que los robots, la automatización y la inteligencia artificial (IA) realicen más tareas y haya una disrupción de los trabajos, se creará una gama más amplia de programas de educación y desarrollo de habilidades para satisfacer las nuevas demandas. Hoy surge una pregunta trascendental: ¿podrán los trabajadores bien preparados mantenerse al día en la carrera con las herramientas de inteligencia artificial?

A medida que las empresas se adaptan a un mundo en constante cambio, tienen que implementar nuevas tecnologías. Pero al implementar una nueva tecnología, es imperativo que la gerencia se dé cuenta de lo que se requiere para que el personal use la tecnología de manera efectiva.

Innovación en la educación
Imagen: cortesía de MiR.

La brecha de habilidades es el mayor inhibidor para la adopción de nuevas tecnologías. El mundo ha cambiado más rápidamente de lo que esperábamos y existe una gran brecha entre la oferta y la demanda. Las tecnologías analíticas, la Internet de las Cosas (IoT) y la IA ya se están enfrentando a una revolución. No se trata sólo de habilidades, sino que las organizaciones deben impulsar el cambio cultural para hacer frente a la situación.

Un colaborador bien informado y entrenado resultará más productivo que el que no lo es. Es imperativo comprender los conceptos básicos y descifrar la funcionalidad de la empresa/producto/servicio en el que se trabaja. Si la idea es obtener mejores resultados cada vez, la capacitación de los empleados es la clave principal.

La educación, componente central

La capacitación es la clave del éxito para cualquier organización, pero no puede ser el objetivo. Como industria, todos deben mirar y reconocer por qué están capacitando a los usuarios, ya sea en nuevos procesos de software, hardware o negocios. Eso puede sonar obvio, pero con demasiada frecuencia el entrenamiento parece ser aleatorio en lugar de estratégico.

Las empresas en México y Latinoamérica con visión de futuro deben hacer de la educación un componente central de su quehacer, no mero complemento. La capacitación no se trata sólo de educar a las personas y hacer que se desempeñen mejor. Se trata de construir una viabilidad a largo plazo que trascienda a cualquier empleado o incluso a cualquier grupo.

Para que las organizaciones tengan éxito, el enfoque debe estar en crear el ecosistema completo de aprendizaje/capacitación. Esto abarca los temas enfocados en la industria y las habilidades asociadas necesarias. También, la capacidad de proporcionar entornos seguros para practicar y aprovechar la gestión del conocimiento empresarial para ayudar a los empleados a prepararse para las habilidades emergentes de manera efectiva.