Desde hace un par de años las escuelas de todos los niveles educativos, tanto públicas como privadas, están inmersas en una obligada innovación. Lo mismo ocurre con muchas otras industrias. El ritmo al que deben llevar a cabo dicha innovación es muy importante, porque los estudiantes están incrementando aceleradamente su adopción de tecnología.

Everth Hernández
Everth Hernández
(foto: cortesía de Aruba).

Según la información más reciente del INEGI, en el ciclo escolar 2020-2021, el 55.7% de los estudiantes de educación media y superior usaron una laptop como herramienta para recibir clases. Siete de cada 10 alumnos de primaria se apoyaron en un smartphone para eso mismo.

Ambos factores están generando un gran cambio en la industria educativa a nivel nacional. Por la importancia que tiene el rol de la educación en el desempeño de nuestros niños y jóvenes, y en el impulso del sector productivo del país, es muy interesante presenciar esta evolución.

La experiencia, al centro

A partir de la revolución digital y disruptiva que trajo consigo la pandemia, el formato hibrido será predominante en este regreso a clases. Esto implica un reajuste en los modelos educativos y ocurre lo mismo en el plano tecnológico. Asimismo, la globalización, impulsada por el boom virtual y colaborativo que derriba las fronteras físicas, ha llevado a una mayor competencia en este sector. Otro elemento para considerar es la orientación cada vez más marcada hacia mejorar la experiencia de los estudiantes.

Innovación en el sector educativo

En Aruba somos testigos del ímpetu que las instituciones educativas de México han demostrado por mantenerse en una innovación constante. Nuestro primer cliente a nivel Latinoamérica es una universidad pública en este país, y los casos de éxito en este rubro continúan desde entonces.

En cuanto a educación básica y media, un ejemplo es el Instituto Asunción de Querétaro, con 53 años de existencia y un perfil vanguardista. De acuerdo con Carlos Ortega, encargado del área de sistemas, para la institución es esencial brindar un servicio de calidad en el que los estudiantes puedan conectarse al mismo tiempo. Por ello, la escuela implementó una infraestructura de red inalámbrica con cobertura de alto rendimiento en todo el campus. La componen diversos access points (Series 207, 310 y 320) y la plataforma Aruba Central, para una gestión centralizada y simplificada, y automatización de procesos.

Optimizar para la innovación educativa

Innovación en el sector educativo

Sabemos que un presupuesto de TIC limitado puede ser un reto de peso para algunas instituciones —como las universidades públicas—, que tienen la necesidad de brindar conectividad en grandes campus. La buena noticia es que la tecnología está de su lado.

Una solución para aliviar el estrés son las redes autónomas. Éstas usan inteligencia artificial (IA) para configurarse, administrarse, hacer los diagnósticos adecuados, optimizarse y autocorregirse. Con estas redes inteligentes, el personal de TIC puede centrarse en iniciativas que aportan valor estratégico. Lo consiguen pues no necesitan estar pendientes de la red en todo momento.

En el futuro se afianzarán tendencias como aulas colaborativas, e-learning, m-learning (mobile learning), educación híbrida y un aprendizaje cada vez más personalizado. La inteligencia en las redes, la administración centralizada y la automatización, entre otras, son básicas para construir redes más eficientes, ágiles, seguras e innovadoras. El sector educativo debe continuar optimizando su infraestructura, conectividad y procesos para la innovación. Es indispensable para habilitar estas nuevas formas de enseñar y aprender globalmente, más lo que esté por venir.