La atención médica es una experiencia muy personal, que provoca emociones fuertes en quienes la brindan y en quienes la reciben. Los desafíos y las barreras que impiden el intercambio de información y la comunicación, tales como el gran volumen y la diversidad de datos en entornos de múltiples proveedores, pueden afectar negativamente la prestación de atención de calidad y frustrar a todos los involucrados. La medicina de precisión y la atención personalizada solo pueden realizarse cuando el acceso a la información relevante es integral y sin restricciones. Se requiere una interoperabilidad basada en estándares abiertos para las fuentes de todos los datos. Sólo entonces el profesional de la salud y el paciente realmente sentirán el beneficio de la alta tecnología y un contacto personalizado.

Para ser eficaz, la interoperabilidad basada en estándares abiertos debe considerarse fuera de un contexto puramente técnico. Es decir, debe percibirse como una experiencia de usuario fluida. Implementada cuidadosamente, tiene el poder de mejorar la interacción humana mediante la creación de un entorno colaborativo mejorado. De esta manera, las relaciones de profesional a profesional, y de profesional a paciente pueden prosperar.

La interoperabilidad ayuda a respaldar las vías clínicas y operativas, y acelera esas vías hacia resultados oportunos y exitosos. Por lo tanto, los requisitos de la interoperabilidad basada en estándares abiertos deben apoyarse en experiencias de usuario óptimas, y no al revés.

Reafirmar el elemento humano

Interoperabilidad basada en estándares abiertos
Foto: cortesía de Philips México.

La tecnología y la transformación digital jamás vendrán a sustituir el talento, habilidades y conocimientos de los profesionales de la salud. Son herramientas que servirán para agilizar el proceso de diagnóstico; para aumentar el factor de éxito de un tratamiento, y mejorar tanto la experiencia del paciente como del experto en salud.

La interoperabilidad ha sido el mayor reto dentro de toda institución de salud. Es decir, lograr la comunicación entre diversos dispositivos e interpretar esa comunicación en datos valiosos. Este desafío debe siempre iniciar con un proceso de transformación digital. Pasar del aspecto analógico al digital traerá los primeros logros dentro de un hospital para maximizar resultados. El verdadero valor de la interoperabilidad basada en una ejecución digital se encuentra en:

Mejorar la experiencia del profesional en salud: Reducir tiempos administrativos para transformarlos en tiempos clínicos. Asegurar un fácil y práctico acceso a la información. Balancear cargas de trabajo a través de la inteligencia artificial.

Mejorar flujos de trabajo y procesos: Comenzando desde la implementación de los proyectos, es más fácil conectar y compartir entre dispositivos de diagnóstico. Asegura que la operación del hospital sea llevada en secuencias, reduciendo errores o tiempos muertos por la falta de accesibilidad a la información.

Maximizar recursos: Desde los humanos y económicos hasta el tiempo. La interoperabilidad tendrá como su mejor valor hacer más acciones eficientes en menos tiempo.

Transformando la experiencia de la atención

La definición, el desarrollo y la implementación de soluciones que aprovechen la promesa de un mundo técnico unificado son fundamentales para el éxito. Las rutas de atención deben estar claramente documentadas y los profesionales que participan identificados. La finalidad es establecer una visión de lo que se necesita para tener éxito (colaboración, consulta, revisión, mejores prácticas, etc.). Entonces, las herramientas y soluciones que ayuden a satisfacer esta visión, este puente entre el elemento técnico y humano, serán más eficaces.

Es imperativo que la interoperabilidad basada en estándares abiertos permita que todos los datos procesables del paciente estén disponibles para todos los médicos. Deben ser seleccionables a través de filtros personalizables, que proporcionen información relevante en el momento y lugar correctos. Ello es fundamental y traza un nuevo camino hacia la medicina de precisión y la atención personalizada.

La facilidad con la que los profesionales de la salud pueden aplicar sus conocimientos vigoriza la prestación de la atención. Al mismo tiempo, ofrece satisfacción emocional. Esto requiere una orquestación cuidadosa de los procesos clínicos y el acceso a una fuente única.

Eso mejora la confianza en el diagnóstico y la planeación del tratamiento, aminora la tensión administrativa y el agotamiento del personal. En consecuencia, incrementa el rendimiento, y disminuye los errores y los procedimientos. Todo esto se traduce en menores costos y mejores resultados clínicos.

IA e interoperabilidad basada en estándares abiertos

Interoperabilidad basada en estándares abiertos
Imagen: iStock.

Los líderes de los hospitales tienen la tarea de gestionar los aumentos inesperados en las demandas de los pacientes. La capacidad de adaptarse a las circunstancias rápidamente cambiantes se han vuelto más esenciales que nunca. Los insights en tiempo real y predictivos son necesarios a lo largo del recorrido del paciente para garantizar que reciba la atención adecuada en el lugar y momentos correctos.

La inteligencia artificial puede ayudar a integrar datos de distintas especialidades de forma longitudinal. Eso apoya a los equipos con decisiones informadas y diagnósticos definitivos para la mejor vía de atención. También puede ayudar a los equipos clínicos de atención crítica y de cuidado intensivo a identificar a los pacientes en riesgo e intervenir antes con base en la evaluación de múltiples signos vitales.

La inteligencia artificial y la interoperabilidad basada en estándares abiertos están estrechamente relacionadas. Una interoperabilidad basada en estándares abiertos exitosa alimenta los motores de la inteligencia artificial por un lado, al tiempo que proporciona información en el momento y lugar adecuados para el dispositivo correcto, por el otro.

La inteligencia artificial puede ayudar a pronosticar y gestionar el flujo de pacientes con base en insights en tiempo real. También con predictivos que informan la asignación de personal, camas y equipo para transiciones oportunas del paciente, desde su ingreso al hospital hasta su alta.

Integración perfecta con la interoperabilidad basada en estándares abiertos

El proceso colaborativo —el elemento humano— es esencial para asegurar resultados óptimos. Los avances tecnológicos son críticos. Sin embargo, el elemento intangible de la satisfacción emocional y profesional lo que debe ir primero. Es decir, cualquier consideración de interoperabilidad basada en estándares abiertos debe incluir esta posición.

Proporcionar la información adecuada, a la persona indicada, en el momento adecuado, en el dispositivo correcto para el propósito acertado, es cómo obra la verdadera interoperabilidad basada en estándares abiertos. Definir vías clínicas y operativas reconocibles, que resuenan con los proveedores de atención profesional, y la racionalización de dichas vías, promueve la atención en el cuidado.