La integración de las TIC en el cuidado de la salud mejora la eficiencia y la calidad de la atención que reciben los pacientes. Se podría decir que la tecnologización de la medicina conduce hacia el paulatino surgimiento de hospitales inteligentes. En ellos se echa mano de herramientas como la analítica predictiva, la inteligencia artificial y la telemedicina.
El camino hacia los hospitales inteligentes pasa por la implementación de sistemas unificados para lograr una gestión ágil y provechosa. Eso incluye, entre otras cosas, monitorear ubicaciones en tiempo real, automatizar los flujos de trabajos y emplear dispositivos móviles hechos a medida.
Movilidad y geolocalización al instante
●Monitoreo de ubicaciones en tiempo real: Su utilización ayuda a mejorar la gestión de los pacientes, los activos y los equipos del hospital. Conocer con certeza su ubicación y disponibilidad no sólo reduce costos, sino que potencia la eficiencia del personal sanitario. Por supuesto, los pacientes resultan beneficiados, pues los médicos y enfermeras pueden concentrarse en atenderlos en vez de andar a la búsqueda de suministros.
Tecnologías como los lectores y las etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) y los sistemas de localización en tiempo real (RTLS) permiten, por ejemplo, ubicar y monitorear a cada paciente en todo momento. También pueden rastrear los desplazamientos del personal y del equipo médico, lo cual facilita comprender sus flujos y mejorar la operación. Por ende, facilita coordinar la logística de las salas de urgencias y de los quirófanos.
De hecho, los dispositivos conectados a la Internet de las Cosas Médicas (IoMT) más nuevos ya tienen características de movilidad y ubicación antaño ausentes. Entre otras, se cuentan la geolocalización por GPS y la lectura de códigos de barras y de RFID. Se prevé que en un futuro cercano sean de uso estandarizado en los hospitales inteligentes.
●Movilidad clínica: Comprende en el lugar de la atención el uso de dispositivos móviles, como tabletas y microcomputadoras hand-held. Su empleo facilita, entre otras cosas, el acceso a los expedientes clínicos electrónicos (ECE).
A contracorriente de la tendencia Bring Your Own Device (BYOD), cada vez más hospitales entregan equipos de su propiedad a los trabajadores sanitarios. Suelen ser dispositivos diseñados a medida, específicamente para las tareas hospitalarias. Pueden soportar, por ejemplo, procedimientos de desinfección que dañarían los aparatos de uso común. También son más resistentes a golpes y caídas y suelen ser más durables.
Ahorros en los hospitales inteligentes
●Flujos de trabajo automatizados: Poco a poco, en la atención a la salud se dejan atrás los procesos manuales y se sustituyen por sistemas automatizados. Su implementación es posible gracias a la disponibilidad de datos en tiempo real y la inteligencia artificial para procesarlos. Se prevé que su generalización permitirá a los hospitales inteligentes brindar atención predictiva en lugar de meramente reactiva. Además, fortalecerá su capacidad para responder con oportunidad y rapidez a condiciones imprevistas.
Entre las ventajas de la automatización de los flujos de trabajo se cuenta la gestión dinámica de los recursos. Estos pueden asignarse mejor conforme cambian las necesidades del hospital a lo largo del día o de acuerdo con los picos en la carga de trabajo. Es decir, las tareas y los equipos son administrados con manera eficiencia. Eso resulta no sólo en una mejor atención a los pacientes. También ayuda a evitar pérdidas de tiempo y materiales, con el consecuente ahorro para los hospitales.