Para muchos, el metaverso es considerado como la próxima iteración de Internet, en la que el mundo físico y digital se unen. El metaverso permite que representaciones digitales de personas, denominadas avatares, interactúen entre sí en entornos virtuales. Es posible gracias a la combinación de las realidades virtual (VR) y aumentada (AR) con las redes 5G, inteligencia artificial (IA) y procesamiento de datos en la nube.
El desarrollo del metaverso tiene gran potencial en casi todos los sectores de negocios. El más beneficiado será, posiblemente el campo de la salud. Se debe a que el metaverso permitirá realizar simulaciones tridimensionales completamente realistas del cuerpo humano. Su uso será muy útil en la formación de personal sanitario especializado en enfermedades como el cáncer, por ejemplo.
El informe Realidad virtual y realidad aumentada: el metaverso como nueva oportunidad para los negocios, publicado por la EAE Business School, de España, señala que los sectores con más potencial para usar las realidad aumentada y virtual recibirán una previsión de inversión de 3,600 millones de euros. Eso abarca tanto formación como mantenimiento industrial. También apunta que, en Europa, el mercado de VR y AR alcanzará 44,500 millones de euros hacia 2026. Encabeza la lista Alemania que, junto con Francia, son los países donde más crece el número de trabajos relacionados en este sector. El informe estima que globalmente, más de 23 millones de puestos de trabajo habrán mejorado hacia 2030 con el uso de VR y AR.
El futuro del metaverso
«Para las empresas, el uso de realidades virtual y realidad aumentada permite la visualización simulada y temprana de procesos que aún no se han llevado a cabo. Desarrollar productos de forma más eficiente, mejorar la experiencia de los consumidores o formar mejor a los profesionales. Para los consumidores, los usos más habituales son los juegos y la visualización de video», explica la doctora Cristina Gallego Gómez, autora del informe y profesora de la EAE Business School.
Por otro lado, el estudio señala que la realidad aumentada se perfila con una mayor demanda frente a la realidad virtual. Se debe al «costo de adquisición, la accesibilidad a este tipo de productos y la seguridad».
En este nuevo entorno del metaverso se pronostica un uso intensivo de las criptomonedas, basadas todas ellas en la tecnología blockchain. También aumentará el tráfico de los tokens no fungibles (Non Fungible Tokens, NFT). Se trata de certificados digitales de autenticidad asociados a un único archivo digital. Aunque están basados en blockchain, no se pueden dividir ni intercambiar entre sí —como ocurre con las criptomonedas—, pero sí se pueden comprar y vender. «El uso de NFT está creciendo a una gran velocidad, especialmente en el mundo del arte», indica Gallego. Se estima que su uso se extenderá a muchos otros campos conforme el metaverso se establezca.