El panorama tecnológico está dominado por dos temas específicos: inteligencia artificial (IA) y ciberseguridad. Si bien ambos prevalecen en los titulares noticiosos, suele pasarse por alto un aspecto crítico de la infraestructura digital: la resiliencia de los datos. Ésta garantiza su eficacia en todas las industrias, incluida la educación superior.
Al brindarles disponibilidad e integridad continuas, la resiliencia de los datos mitiga los riesgos de tiempos de inactividad y pérdida de información. A su vez, esto respalda la confiabilidad de los sistemas avanzados. Comprender y enfatizar en el papel de la resiliencia es esencial para una estrategia digital integral y sostenible.
La resiliencia de los datos se refiere a la capacidad de una organización de proteger, acceder y recuperar su información durante y después de las interrupciones. Es indispensable tanto para la IA como para la ciberseguridad.
Los sistemas de IA prosperan con grandes cantidades de datos, de los cuales requieren disponibilidad e integridad continuas para funcionar eficazmente. Cualquier interrupción en el flujo de datos puede provocar contratiempos importantes, reduciendo la precisión y fiabilidad de las predicciones y decisiones de la IA. Asimismo, las medidas de ciberseguridad eficaces dependen de la disponibilidad de datos precisos y actualizados. Sólo así pueden identificar amenazas, analizar vulnerabilidades y responder a incidentes, por lo que la resiliencia de los datos es crucial.
Ahora bien, una infraestructura de datos resiliente garantiza que la información esté siempre disponible cuando se necesite. Esto es, se encuentra protegida de pérdidas o daños y es rápidamente recuperable en caso de interrupción. Esta solidez mejora el rendimiento de los algoritmos de IA, al proporcionar acceso ininterrumpido a datos de alta calidad. También fortalece la ciberseguridad, garantizando que los datos críticos estén protegidos y sean recuperables.
Ideas erróneas sobre la resiliencia de los datos
Cuanto más valioso sea el respaldo, más probabilidades hay de que sea un objetivo. El Reporte de Tendencias de Ransomware 2024, de Veeam, reveló que los repositorios de respaldo son el objetivo del 96% de los ataques. De hecho, los ciberdelincuentes logran afectarlos con éxito en 76% de los casos. Por eso la resiliencia es fundamental.
Sin embargo, a pesar de su importancia, dicha resiliencia a menudo se malinterpreta. Se trata de más que una simple copia de seguridad. Incluye recuperación, libertad, seguridad e inteligencia de datos, gestión proactiva de riesgos, recuperación ante desastres e integración de ciberseguridad. También es vital para defenderse de las amenazas cibernéticas, como el ransomware, no sólo de los desastres informáticos.
La resiliencia de los datos suele pasarse por alto porque se le considera una preocupación de fondo. Además, carece de la visibilidad de las innovaciones en inteligencia artificial y ciberseguridad. Esta brecha en la comprensión puede conducir a una inversión y priorización insuficientes dentro de las organizaciones.
Priorizar las inversiones necesarias
Las organizaciones deben adoptar una estrategia digital con un enfoque más integrado. Es decir, deben reconocer la interdependencia de la IA, la ciberseguridad y la resiliencia de los datos. Priorizar la inversión para lograrla implica varias estrategias clave:
●Evaluación y planificación. Las evaluaciones exhaustivas permiten identificar posibles riesgos y vulnerabilidades en la gestión de la información y desarrollar planes integrales de resiliencia de los datos.
●Medidas proactivas. Al implementar medidas proactivas, como respaldos periódicos, simulacros de recuperación ante desastres y monitoreo continuo, es posible evitar la pérdida de datos y garantizar una recuperación rápida.
●Integración de tecnología. Conviene aprovechar tecnologías y herramientas avanzadas que integren la resiliencia de los datos con la IA y la ciberseguridad. Esto crea una infraestructura digital cohesiva y sólida.
Capacitación y educación. La educación es crucial para cambiar la percepción y comprensión de la resiliencia de los datos dentro de una organización. Implica no sólo capacitar a los equipos de TIC y ciberseguridad; también debe involucrar a los ejecutivos y tomadores de decisiones en conversaciones sobre su importancia estratégica.
Conforme evoluciona el panorama digital, la interdependencia entre la IA, la ciberseguridad y la resiliencia de los datos es cada vez más evidente. Al ampliar el debate para incluir la resiliencia de datos y priorizar su implementación, se puede construir una infraestructura digital sólida, segura y eficaz. No es un factor secundario; es la base que permite que la IA y la ciberseguridad alcancen su máximo potencial, lo que garantiza la innovación y protección continuas en un mundo tecnológico en constante cambio