El uso de la multinube en instituciones de salud puede presentar algunas complicaciones, aunque sus beneficios pueden ser significativos. Consistente en el uso de dos o más nubes para desahogar cargas de trabajo específicas, posibilita alojar lo mismo soluciones de infraestructura como servicio (IaaS), plataforma como servicio (PaaS) o software como servicio (SaaS). En este último caso, se facilita volver las aplicaciones y los servicios más accesibles para los usuarios finales al tiempo que se reducen los costos y se consigue la flexibilidad y escalabilidad que hoy requieren las instituciones de salud, sobre todo ante el aumento de las consultas virtuales, el acelerado crecimiento de la Internet de las Cosas Médicas (IoMT) y las aplicaciones de telesalud.
Usar una multinube en instituciones de salud puede reducir significativamente los costos si se implementa correctamente, pero hay que tener claridad en lo que se busca para obtener los resultados deseados. Si la multinube no se configura de manera eficaz, puede conducir a una erogación muy grande.
Entre los aspectos a considerar al evaluar a los proveedores se cuentan la capacidad de controlar la escalabilidad de servicios, el almacenamiento y la velocidad de transferencia de datos. Por supuesto, la ciberseguridad es primordial y resulta imperativo asegurarse no sólo de que los proveedores cumplen con las regulaciones, sino que tienen las capacidades necesarias para responder en caso de crisis. Otro aspecto importante a considerar es que tengan experiencia al brindar servicios específicos para el campo sanitario.
Ventajas e inconvenientes
Las organizaciones que emigran a la multinubetienen la flexibilidad de elegir a los mejores proveedores para cada tarea. Por ejemplo, uno de ellos puede ofrecer la plataforma más eficiente para el almacenamiento de aplicaciones, mientras que otro puede ser mejor para alojar instancias de máquinas virtuales. Otra ventaja de emplear múltiples nubes es la posibilidad asignar las tareas a los servidores que estén más cerca de los usuarios y los sistemas de TIC de los hospitales, lo que reduce la latencia. Además, al recurrir a la multinube en instituciones de salud el riesgo se distribuye en varios entornos, lo cual puede proporcionar redundancia y mayor capacidad de recuperación ante desastres.
Por otra parte, el uso de varias nubes puede tener algunos inconvenientes, como la necesidad de proteger los datos en múltiples ubicaciones de almacenamiento. Además, a veces no resulta tan sencilla la integración de sistemas heredados con múltiples bancos de datos en la nube.
Gestión de una multinube en instituciones de salud
Conforme se amplía el número de soluciones en la nube utilizadas por clínicas y hospitales, la gestión se vuelve más compleja para el personal de TIC. Por ello, es necesario simplificar operaciones para visualizar cuánto cuesta colocar las cargas de trabajo en ciertos lugares. Por ejemplo, tiene sentido colocar las de alto valor, como los expedientes clínicos electrónicos (ECE), en nube ampliables.
La operación de un entorno multinube en instituciones de salud implica que el personal debe aprender a configurar y utilizar las herramientas en línea para su gestión. Los grandes proveedores suelen ofrecer cursos de formación básicos para los administradores TIC, en los cuales vale la pena invertir. Adicionalmente, se puede utilizar una plataforma de gestión en la nube (Cloud Management Platform, CMP). Estas soluciones proporcionan herramientas para configurar, aprovisionar, monitorear y optimizar múltiples servicios en la nube. Los proveedores de CMP pueden ayudar a las organizaciones de salud a garantizar que los datos sanitarios estén protegidos. También facilitan la supervisión del rendimiento de las aplicaciones, la gestión de políticas, el análisis de registros, la programación, la migración y la optimización.