Las universidades migran cada vez más aplicaciones a la nube. Si bien ello implica beneficios importantes, también puede acarrear riesgos. Por ende, los equipos de TIC deben asegurarse de tener una buena visibilidad en la nube. Esto es, deben contar con herramientas para supervisar, rastrear y obtener información sobre la infraestructura y los recursos. Y dicha necesidad se vuelve más urgente en el caso de los entornos multinube e híbridos. En todos ellos, la visibilidad es necesaria para detectar posibles riesgos.
Las soluciones de visibilidad en la nube recopilan registros, métricas y datos de los servicios y recursos supervisados. Esa información facilita que las universidades tomen decisiones informadas al tiempo que controlan con mayor eficiencia su infraestructura en la nube.
Ahora bien, una buena solución de visibilidad en la nube facilita el monitoreo de tres aspectos esenciales: la ciberseguridad, el acceso y los costos.
●Ciberseguridad. Consiste en mantener un monitoreo constante de la configuración de la nube para detectar posibles brechas y vulnerabilidades tan pronto como se presenten.
●Acceso. Se trata de supervisar las actividades de los usuarios para detectar patrones sospechosos. Es decir: saber quién accede a la nube y qué hace en ella para asegurarse de que no incurre en violaciones de las políticas de seguridad.
●Costos. Uno de los atractivos de la infraestructura de la nube es que permite lograr ahorros gracias a su flexibilidad. Esto es, las universidades sólo pagan por lo que consumen. Sin embargo es posible que los costos se disparen si los recursos se utilizan sin control. En cambio, una buena visibilidad permite identificar con exactitud en cuáles recursos se gasta más y optimizar su empleo.
El problema de las muchas nubes
Conseguir una buena visibilidad en la nube puede ser complicado, sobre todo en el caso de las multinubes híbridas. Dado que son entornos complejos, con múltiples componentes que generan una gran cantidad de registros, es preciso que las soluciones empleadas para su monitoreo se configuren de manera tal que prioricen la supervisión de los aspectos de más interés para la universidad.
En el caso de las nubes híbridas tener una visibilidad adecuada se complica porque los sistemas on premise y las nubes públicas suelen diferir en arquitectura, hardware y software, además de estar ubicados en diferentes lugares.
A ello se suman las restricciones que cada proveedor impone para el monitoreo de su propia infraestructura. No es raro que las herramientas que ofrecen estén diseñadas ex profeso para ser compatibles sólo con su infraestructura. Esto, en consecuencia, complica la integración con las herramientas de otros proveedores. De ahí la pertinencia de utilizar soluciones de terceros para la visibilidad en la nube.
Características de una buena visibilidad en la nube
Sea cual sea la solución elegida, conviene que tenga algunas características indispensables:
●Capacidad de monitorear diferentes nubes, sin importar el proveedor. Consolidar los datos de las nubes en una sola solución facilita su gestión, mejora la seguridad y propicia una mayor eficiencia operativa.
●Cualquier solución de visibilidad en la nube debe ser capaz de vigilar el rendimiento de las aplicaciones a partir de métricas bien definidas. Entre otras: tiempos de respuesta, tasas de error y uso de recursos.
●También debe poder monitorear los ahora ubicuos contenedores. Eso facilita asignar y escalar los recursos conforme cambian las cargas de trabajo.
●La ciberseguridad también es importante. Por ello, conviene que la solución elegida se integre sin tropiezos con las soluciones de gestión de identidades y accesos (IAM). Eso facilita automatizar la supervisión de las actividades de los usuarios en la nube.
●Por supuesto, también deben permitir la detección automatizada de amenazas. Para ello es necesario que tengan o se integren con herramientas para la administración de eventos e información de seguridad (SIEM).
●Por último, ante la acelerada adopción de la inteligencia artificial (IA) y su impacto en la ciberseguridad, las herramientas de visibilidad en la nube más potentes incorporan capacidades de IA y machine learning. Eso facilita el diagnóstico proactivo de problemas y la asignación eficiente de recursos. En conjunto, eso reduce riesgos y mejora el rendimiento de la infraestructura en la nube.